La acción patriótica del pueblo en la emancipación. Guerrillas y montoneras. Volumen 3
Autor(es)
Fecha
1973Tipo
Libro
Extensión
524, [1] p.
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen / reseña
En 6 volúmenes, Ella Dunbar Temple recopila un total de 2891 documentos que nos hablan de la participación de las clases populares sean indígenas, afrodescendientes o mestizos en el proceso de independencia del Perú, soslayado en estudios y acallado por “la historia oficial”. Con ello se pretende reconocer los aportes de las masas populares, de los guerrilleros, de los montoneros y del pueblo en los movimientos sociales independentistas. Siguiendo con el orden cronológico, en este tercer volumen se transcriben 385 documentos desde el 2 de octubre de 1822 al 31 de enero de 1823. Tenemos una copiosa correspondencia del ministro de Guerra, Tomás Guido que coordina con los principales jefes de las montoneras Juan Antonio Álvarez de Arenales y Francisco de Paula Otero. No quedan de lado las comunicaciones con los jefes de partidas o montoneras como Marcelino Carreño, Juan Evangelista Vivas, Ignacio Quispe Ninavilca, Isidoro Villar en comunicaciones en las que se les indica actuar con precaución y evitar un enfrentamiento directo con el ejército de línea español. Por orden de San Martín, se equipa a las montoneras y se les prepara militarmente, imprimiéndose instructivas para ese fin. José de Canterac se percata de ello y pretende también equipar guerrillas fidelistas. Se destaca que por el apoyo brindado a los patriotas sufren castigos por parte de los españoles: torturas, fusilamientos, robo de ganado y sus provisiones y, por último, la quema del pueblo. Además, que algunos bandidos haciéndose pasar por patriotas comenten robos y fechorías. Las órdenes patriotas son tratar bien a los nativos para que abracen la causa libertaria. Son constantes los informes que detallan los movimientos realistas, y que para combatirlas necesitan pertrechos militares, pagos para la soldadesca y vituallas.
Notas
Investigación, recopilación y prólogo por Ella Dunbar Temple.